domingo, 30 de noviembre de 2008

Pseudo micro relato.

Si hago esto pasa aquello

A la Nena.
Lo hiciera o no lo hiciera
me prometí publicarlo.


Si te miro me pongo allegretto de repente, por eso busco tanta coincidencia, tanta minúscula excusa para hablar con vos y oírte, decirte que salgamos o que vengas a mi casa y quedarnos como nos quedamos, mirándonos tan así, tan idos y sin decir nada.
-----No lo sabes porque no te lo he dicho (ese es mi problema, que no te digo las cosas) pero suele sucederme que cuando sueño con vos me entra un frío de pronto en la punta de los pies que me sube a las rodillas y luego a la cintura hasta llegarme a la cabeza, quedo en un ritenuto en cuestión de segundos y termino congelado en la cama sin poder mover algo que no sean los ojos o la punta de la lengua o la yema de los dedos, algo así como una cucaracha boca arriba y con la mirada que ambos sabemos. No sé por qué me sucede, de verdad que no lo sé. Me cuesta reaccionar al principio, mover el cuerpo cuando no se tiene consciencia de el es una cuestión difícil y que no debe ser tomada a la ligera. Es entonces que miro la pared que tengo enfrente y frunzo el ceño, que aún no siento pero que sí sé que he fruncido, y achico las pupilas en un desesperado intento de recordar lo que he soñado. Muevo la lengua en pequeños círculos como buscando una cosa, como esperando tu lengua que no está y que invito a bailar cuando sueño, en ese instante, cuando nuestras lenguas están tan cerca, el cuerpo me da un salto descontrolado y caigo en la cuenta de que estoy despierto y que mi cuerpo es mío nuevamente.
-----Trato de mantenerme en un estado andante todo el día, olvidarme de los episodios de parálisis momentánea y de mi sueño con vos; pero es inevitable que regreses a mi memoria (y por ende que regrese mi sueño, mi felicidad pasajera) porque prometí hablarte, sé que si no te hablo te vas a enojar y vamos a caer en la rutina de siempre, en un larghissimo y en los rituales consiguientes de disculpa que no nos dejan avanzar. Estoy seguro de que te gusta más así, sin compromisos ni cosas que nos aten, tal vez si nos lanzamos, tal vez... Vacilo unos instantes y cuando estoy seguro de qué decirte entro en un vivace y camino por toda la habitación haciendo ademanes absurdos, moviéndome aleatoriamente con el teléfono en la mano, tratando de sonar interesante y diciendo cualquier cosa menos lo que había planeado, supongo que vos lo notas porque te reís sin la mínima duplicidad de lo que digo y aceptas que nos veamos.
-----Todo depende de mi primer movimiento. Si te tomo de la mano muy rápido, en un accelerando inconsciente, no va a pasar nada entre nosotros porque vas a sentir miedo; en cambio, si tardo mucho, es probable que se me pase el tiempo adecuado, el lapso riguroso que no debe pasar entre las cosas que suceden y las que no suceden, ese tempo con el que toda acción realizable cuenta; pero sí vos das el primer paso y abrís el tablero con alguna frase extremadamente obvia sé que nos va a suceder. No es que no haya sucedido nada hasta ahora porque yo no quiera, sino porque simplemente no me lo he propuesto. Pero mejor ya no pienso lo que voy a hacer, nunca termino haciendo lo que pienso. O si me dejara vivir y dejar todo al azar, no, entonces no sucedería nada. Ahora el rallentando eterno entre este momento y la hora de verte. Las horas más pesadas del día.
-----Cuando miro el lunar que tenés en la mano siento el impulso de contar todos los demás lunares que se esconden en tu cuerpo, de recorrer todas esas islitas desconocidas para mí con los labios, por eso me abstengo de hacerlo, o quizá lo hago pero lo borro de inmediato de mi mente. Mi corazón palpita prestissimo y cada tres frases miro tus labios, me acerco más y más pero hasta una distancia prudente para culpar un error involuntario de percepción de planos. Hablamos y hablamos, te tomo la mano y pongo la otra en tu pierna, no decís nada. Estoy tan seguro que si hago esto pasa aquello, y que así van a pasar infinitamente otras situaciones entre nosotros, como con esas canicas que se golpean en fila y que nunca se detienen. Venís y te movés a L'istesso tempo conmigo, me das la pauta para acercarme y culminar el apogeo que no pude conseguir entre fantasías. Mi lengua ya no busca más a tu lengua y ambas bailan a piacere una pieza que acabamos de inventar. El momento se nos hace eterno y te levantas de pronto con la fuerza de las cosas pasajeras que no significan nada y me dejas pasmado, y todo el allegrissimo que me sucedía va desapareciendo de pronto hasta volverse un assai, entonces busco fijar la mirada en cualquier espacio vacío del suelo por el simple hecho de tener algo que ver y no sentirme tan confundido. Sé que hoy que ya lo hice voy a soñar con vos más a menudo. Y ya, cuando he terminado de pensar tanto esto y aquello, cuando sé que me voy a levantar allegreto mañana y que el día se va a repetir casi igual a este, la miro debajo de la mesa, la veo tan boca arriba y pobrecita, tan parecida conmigo que me pregunto si a ella le sucede lo mismo que a mí, lo del frío y la parálisis y tanto esto y aquello cuando todavía no te había besado.

*Ajá, a modo de expiación o algo que no puedo descifrar todavía.
*Y para los demás que lean esta entrada, no pasó.

martes, 25 de noviembre de 2008

Declaraciones Terrestres IV

He dejado tirado esto del blog por falta de imaginación —si antes era poca hoy es casi nula— y de tiempo.

Estuve pensando en hacer cambios para jalar más gente al blog —sí, al final lo que todo blogger quiere es ser leído— y llegué a la conclusión de que si lo cambio va a perder su esencia y que los pocos lectores que tengo son suficientes y realmente buenos. Prometo, desde ahora, contestar a sus comentarios con mis propios comentarios dentro del enlace de los comentarios —así que si me escriben alguno revisen luego la entrada— a modo de dialogo corto y de agradecimiento, ese será el único cambio.

Y creo que eso es todo.

Teoría 16: Si hago esto pasa aquello.

Me gusta pensar que puedo mover las casualidades y el azar a mi conveniencia aunque sea poco. Sé que si hago algo puede pasar lo otro, y a veces de verdad pasa. Tal vez andar calculando tanta cosa que se hace no sea bueno, quizás es solo de dejarse vivir, quizás... Tal vez si me dejo vivir y no pienso en tanta preocupación que hoy me abate las cosas sucedan de la misma manera.

domingo, 16 de noviembre de 2008

De la canción del dia de hoy



No Te Vayas
Gilberto Santarosa

* Punto para mí, no se imaginaron que pondría una canción así. Ultimamente me gusta la salsa.
* Lástima que no se escucha completa, el principio es lo mejor de la canción.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Alucinación décima octava.

Hay palabras que no salen tan naturales, tan así en al aire a media frase, masticadas por la lengua y el impulso de querer decirlas. Sobre todo cuando miro a Giselle la lengua se me hace como un nudo, la respiración se me agita como si acábese de correr y no sé qué decir o cómo mover las manos, los ojos se me pierden detrás de ella y la miro de reojo y me imagino que me acerco y que le digo cosas al oído.
Nunca he sido de los que acercan o de los que dan el primer paso. Me gusta estar seguro de lo que voy a hacer, planificar todo anticipadamente, pensar cada pequeña frase y sorpresa, imaginarme el tono de voz con el que me va a responder y la forma en que estará vestida, poner especial atención al movimiento de sus ojos que dicen más que sus labios ¡y qué labios tiene!
Quiero tanto a Giselle pero ella no lo sabe o quizá lo sabe pero no dice nada o quizá dice cosas y yo no las entiendo, pero vaya que la quiero tanto. Así que no queda más que acercarme sutilmente y decirle que lo que iba a hacer era un poco más salvaje y con un manoseo levemente desenfrenado, pero como ya dije, eso era lo que iba a hacer. En cambio, la miro firmemente a los ojos y me acerco a su boca y exhalo suavemente, pero no la beso. Me dirijo a su oído y le digo que para hacer del asunto un momento memorable es necesario tomar las cosas con calma. Me muevo despacio, como midiendo la distancia que separa nuestras bocas, de manera juguetona; la tomo de pronto y la acerco mi cuerpo, entonces sus ojos se ponen como nunca y dan paso a un génesis desconocido para mí en el primer roce, sobre todo en ese primer roce de labios contra labios.
Quiero tanto a Giselle, lástima que no soy de los que dan el primer paso y que se me hace como un nudo en la lengua al mirarla.

* Alucinación que nació luego de ver a Giselle Bundchen en un desfile de Victoria Secret's y otras cosas aleatorias.

domingo, 2 de noviembre de 2008

De la canción del dia de hoy




Miedo
Fobia

*Sabía que en algún momento iba a tener que recurrir a esta canción. Hoy es el momento indicado: creo que es el síndrome precumpleaños y la unificación de un vergo de miedos y otras cosas aleatorias.